Un entorno saludable se expresa en equidad ambiental, lo que significa entre otras cosas, agua, aire y suelo no contaminados, alimentos inocuos, lugares de convivencia apropiados y formas de vida saludables. La creación de entornos sanos se constituye en una acción prioritaria para nuestras comunidades educativas, en la medida en que se convierten en espacios vitales para el adecuado desarrollo de niños, niñas, jóvenes y familias.