Desde el Área de Ciencias Básicas, se busca que el acceso al conocimiento se haga desde una experiencia viva y no desde una simple teorización de los métodos y conceptos del currículo.  Esto se adquiere a través de la transversalidad de las teorías comunes con otros ejes de formación; buscando así desarrollar competencias básicas, entendida esta como la capacidad para hacer uso creativo de los conocimiento adquiridos en el aula y fuera de ella; en otras palabras, que el estudiante desarrolle la capacidad de análisis, de lectura de la realidad natural, social y cultural, estableciendo relaciones entre los fenómenos observados y la construcción de hipótesis que las pueda comunicar de forma clara y sencilla.

Es por esto que el desarrollo del pensamiento matemático le permite al ser humano trabajar sobre realidades cuantificables, proponer y resolver problemas numéricos de la vida diaria, transformándolos en decisiones que hacen de la formación profesional en ejercicio práctico con un nivel de certeza adecuado. El interactuar con realidades cuantificables y llegar a simbolizarlas matemáticamente es un acción que contribuye notoriamente a que el alumno desarrolle progresivamente niveles de pensamiento formal.

Pero el aprendizaje de la matemática consiste en mucho más que cuantificar y simbolizar realidades.  Este conocimiento lógico debe ser puesto en práctica en la resolución de problemas cotidianos donde la matemática adquiere una gran significación.  Esta puesta en práctica requiere del desarrollo de una serie de competencias qua le son propias a la matemática.  La seriación, la observación, la operatividad, la comparación, la agrupación, la clasificación, la cuantificación, la comprensión simbólica, la interpretación de relaciones lógicas, son entre otras algunas de las competencias básicas necesarias para la resolución de problemas.

Sabemos que los programas suelen ser muy extensos, pero el punto de mira de la asignatura ha de ser el llevar al alumno a defenderse cotidianamente en la realidad del cálculo y del número, con suficiente dominio matemático que hace parte del desarrollo de la inteligencia.